lunes, 5 de enero de 2009

1. Presentación del libro y del autor

Los siete hábitos de la gente altamente efectiva

Los siete hábitos de la gente altamente efectiva, publicado inicialmente en 1989, en inglés (titulado originalmente The Seven Habits Of Highly Effective People), es un libro de autoayuda escrito por Stephen R. Covey. Desde su publicación inicial, se han vendido más de 15 millones de copias en treinta idiomas.

En esencia, el libro lista siete principios de acción, que, una vez establecidos como hábitos, ayudarán al lector a alcanzar un alto nivel de efectividad en los aspectos relevantes de su vida. Covey argumenta que dichos hábitos están basados en principios de caracter ético, que a diferencia de los valores, son atemporales y universales.

Luego de su lanzamiento inicial, la popularidad del libro creció exponencialmente catapultando la fama de Covey y sus hábitos como paradigmas del desarrollo personal y empresarial.

Stephen R. Covey

Stephen R. Covey, nació el 24 de octubre de 1932 en Salt Lake City (Utah, Estados Unidos). Reside con su esposa y su familia en Provo (Utah, Estados Unidos) en donde se encuentra la Brigham Young University, Universidad en la que el Dr. Covey enseñó antes de la publicación de su prestigioso libro. Stephen Covey además es padre y abuelo, tiene nueve hijos y cuenta con cuarenta y siete nietos; recibió el premio de Paternidad del «National Fatherhood Initiative», (iniciativa nacional de paternidad) en el año 2003.

Covey es el fundador de lo que anteriormente se denominaba «Covey Leadership Center», (Centro Covey de liderazgo) en Salt Lake City, (Utah, Estados Unidos) institución que luego fue adquirida por la compañía FranklinQuest, el 30 de mayo de 1997 convirtiéndose en «FranklinCovey Company», una compañía que ofrece sus servicios profesionales a nivel mundial y cuya especialidad consiste en vender cursos y seminarios de formación para la administración de negocios, herramientas para aumentar la productividad y la gestión del tiempo, tanto para individuos como para organizaciones.

Stephen Covey posee una licenciatura en Administración de empresas, que le fue otorgada por la Universidad de Utah (en Salt Lake City), una maestría en Administración de Empresas, obtenida de la Universidad de Harvard y un doctorado en historia y doctrina de la iglesia mormona, otorgado por la Universidad Brigham Young.

Bibliografía

  • The Seven Habits of Highly Effective People, Los siete hábitos de las personas altamente efectivas (1989).
  • First Things First, Primero lo primero
  • Principle-Centered Leadership, Liderazgo centrado en principios
  • The Seven Habits of Highly Effective Families, Los siete principios de las familias muy efectivas
  • The 8th Habit, El 8vo hábito (2004).
  • Dayly reflections for highly effective people, Meditaciones diarias para las personas altamente efectivas (1994).
  • First things first everyday, Primero lo primero, reflexiones diarias (1997).

Casi todo el mundo intuye que su comportamiento, tanto en el trabajo como en la vida privada, podría mejorar en muchos aspectos, pero pocos saben cómo conseguirlo.

En su libro: Los siete hábitos de las personas altamente efectivas, Stephen Covey, el llamado Sócrates americano, no da consejos paternalistas ni se dedica a sermonear sin ton ni son. Su método es claro, certero y eficiente: casi un curso dividido en siete etapas que el lector deberá asimilar y poner en práctica por su propia cuenta, adaptándolas a su personalidad y aplicándolas libremente en todos los ámbitos de su vida cotidiana. Para ello el autor se sirve de anécdotas penetrantes y significativas destinadas a hacernos reflexionar sobre cada uno de nuestros actos y sobre el modo de acceder al cambio, a la verdadera paz mental.

El resultado es la construcción de una autoconfianza a prueba de bombas a través del desarrollo del carácter propio, de la integridad, de la honestidad y la dignidad humana necesarias para transformar nuestro universo laboral e intimo en algo autentico, único e intransferible.

El libro está dividido en tres secciones, cada una con capítulos relacionados a los siete hábitos y al final de cada uno, Covey le proporciona a los lectores de su libro una serie de sugerencias para poner en práctica cada uno de los hábitos leídos:

Capítulo I: Paradigmas y Principios

En este apartado se hace una introducción a las bases de la formación de los hábitos en el individuo.

Capítulo II: Victoria privada

El concepto principal de la victoria privada es el paso de los estados de dependencia a los de independencia, no como meta final, sino como un paso más hacia el desarrollo integral. En esta parte se analizan los tres primeros hábitos:

  • Primer hábito: Sea proactivo

Este capítulo, trata del hábito de la proactividad, hábito esencial y punto de partida en el proceso de la victoria privada. La proactividad significa tomar la responsabilidad y asumir el control en todas circunstancias de la vida de una manera activa, no pasiva. El concepto opuesto es el de reactividad, o tomar una actitud pasiva y ser sujeto de las circunstancias y por ende, de los problemas. Ser proactivo nos permite elegir decisiones pensadas antes de actuar. Las personas reactivas son de fácil explosión y cualquier cosa los hace amargar o enfurecer.

  • Segundo hábito: Empiece con un fin en mente

Supone establecer claramente las metas a seguir en el futuro, en el corto y largo plazo. En este apartado es muy importante la definición de la misión personal, para lo cual Covey provee ejemplos y herramientas de trabajo.

  • Tercer hábito: Primero lo primero

Como corolario del proceso de victoria privada, luego de adoptar el hábito de la proactividad que permitirá asumir la responsabilidad, y habiendo definido el fin que se desea alcanzar, es esencial saber cuál es el siguiente paso. Este capítulo trata sobre eso. Se sugieren herramientas y métodos de priorización. Además incluye un cuadro en el que se muestran las cosas urgentes y las importantes haciendo referencia a las personas que por no priorizar las tareas en su vida se mantienen en “actividades urgentes” y en un continuo afán, haciendo de estás, personas reactivas.

Capítulo III: Victoria pública

Está relacionada con la transición de la independencia hacia la interdependencia, y el establecimiento de relaciones sólidas y duraderas con los demás. Esta parte comprende también tres hábitos relacionados con el trabajo de equipo y el liderazgo:

  • Cuarto hábito: Piense en ganar/ganar

En las actividades en las que los individuos deben relacionarse con otras personas, éstos pueden pensar de cuatro formas: perder/perder (no me importa perder, si tú pierdes), perder/ganar (perderé aunque no me guste, porque tú vas a ganar), ganar/perder (mi objetivo es ganar y hacerte perder), ganar/ganar (quiero ganar y que tú también ganes). Los esfuerzos deben centrarse en la manera de pensar “ganar/ganar” si se desean alcanzar los objetivos trazados, manteniendo un ritmo sostenible. También puede comprenderse como un hábito de proactividad en equipo.

  • Quinto hábito: Procure primero comprender y después ser comprendido

Según Covey, la mayor parte del aprendizaje comunicacional está referido a comunicar, en vez de escuchar. Entonces es esencial para el trabajo en equipo un hábito de escucha activa y luego de comunicación. Se dedica un apartado al desarrollo de la escucha empática, proceso de escucha activa que implica una identificación con la situación de quien habla.

  • Sexto hábito: Sinergice

Los equipos de trabajo se conforman por individualidades altamente heterogéneas, que por lo general, mal conducidas tenderán al fracaso común. El liderazgo implica aprovechar las diferencias, en vez de tratar de minimizarlas, en resumen, aprovechar las diferencias. El término sinergia significa que el todo es mayor que la suma de sus partes.

Capítulo IV: Renovación

En esta parte se explica el proceso de cambio, no cíclico sino lineal, a partir de las victorias anteriores, en un plan para llegar al propio cambio personal con el objetivo de enaltecer el mayor bien que usted posee: usted mismo.

  • Séptimo hábito: Afile la sierra

El autor diferencia cuatro dimensiones: física, social/emocional, mental y espiritual en las cuales se debe llevar un proceso de renovación constante a lo largo de nuestras vidas.

Glosario

  • Dependencia: Paradigma del tú: tú cuidas de mí, tú haces o no haces lo que debes hacer por mí, yo te culpo a ti por los resultados.
  • Efectividad: Equilibrio entre P/CP. es la producción de los resultados deseados y es la capacidad de producción, la aptitud o medio con el que se producen los resultados deseados.
  • Hábito: Intersección de conocimiento, capacidad y deseo. El conocimiento es el paradigma teórico, el qué hacer y el por qué; la capacidad es el cómo hacer y el deseo es la motivación, el querer hacer. Para convertir algo en un hábito de nuestra vida, necesitamos esos tres elementos.
  • Independencia: Paradigma del yo: yo puedo hacerlo, yo soy responsable, yo me basto a mí mismo, yo puedo elegir.
  • Interdependencia: Paradigma del nosotros: nosotros podemos hacerlo, nosotros podemos cooperar, nosotros podemos combinar nuestros talentos y aptitudes para crear juntos algo más importante.
  • Paradigma: Modo en el que “vemos” el mundo, no en los términos del sentido de la vista, sino como percepción, comprensión, interpretación. Es una teoría, una explicación o un modelo de alguna otra cosa.

Capítulo II Victoria privada

Primer hábito: Sea proactivo

En este capítulo, el autor comienza haciendo una breve intervención acerca de los mapas sociales que pretenden explicar el comportamiento del hombre y que se basan en la teoría del estímulo/respuesta, cuya idea básica es que estamos condicionados para responder de un modo particular a un estimulo concreto. Dichos mapas son: El determinismo genético (la culpa es de los abuelos), el determinismo psíquico (la culpa es de sus padres) y el determinismo ambiental (alguien o algo de su ambiente es responsable de sus situación).

Para demostrarnos que nuestra naturaleza no puede ser encasillada en ningún tipo de determinismo, Covey nos narra la sorprendente historia de el psiquiatra judío Viktor E. Frankl quien consideraba que al hombre se le puede despojar de todo salvo la de elegir sus valores de actitud frente a las circunstancias de su propia vida.

Sus padres, su hermano y su mujer murieron en los campos, en cámaras de gas. El propio Frankl fue torturado y sometido a innumerables humillaciones, sin estar nunca seguro de si en el momento siguiente lo llevarían a la cámara de gas o se quedaría entre los que se “salvaban”, los cuales retiraban los cuerpos o recogían las cenizas de los condenados. Pero en su cautiverio, Frankl empezó a tomar conciencia de lo que denomino “libertad ultima”, esa libertad que sus carceleros nazis no podían quitarle. Ellos podían hacer lo que quisieran con su cuerpo pero él era un ser autoconsciente y capaz de decidir de qué modo podía afectarle todo aquello.

En medio de sus experiencias Viktor Frankl, se proyectaba hacia contextos diferentes, por ejemplo: se imaginaba dando conferencias después de haber sido liberado del campo de concentración. Los nazis tenían más libertad exterior pero el tenia más libertad interior para ejercitar sus opciones. Se convirtió en un ejemplo y le ayudo a otros a encontrar un sentido a su sufrimiento y dignidad en su vida de prisioneros.

En las mas degradantes circunstancias, Frankl descubrió un principio fundamental de la naturaleza del hombre: “Entre el estimulo y la respuesta, el ser humano tienen la libertad interior de elegir” y empezó a desarrollar el habito fundamental de las personas que en cualquier medio son altamente efectivas: La Proactividad.

Este hábito representa la posibilidad de asumir nuevos desafíos en el ambiente de libertad individual y responsabilidad social de las personas. Este es el hábito de la conciencia y conducta de responsabilidad, el que resulta determinante en cada persona para comprender sus realizaciones y frustraciones, sus retos y sus respuestas, sus ambiciones y sus logros.

Las personas proactivas llevan consigo su propio clima. El hecho de que llueva o brille el sol no supone ninguna diferencia para ellas. Su fuerza impulsiva reside en los valores y su valor es hacer siempre un trabajo de muy buena calidad sin depender de que haga un buen tiempo. En cambio las personas reactivas se ven impulsadas por sus sentimientos, por las circunstancias, por las condiciones y por el ambiente.

Todos tenemos una amplia variedad de preocupaciones. Una forma de conocer en qué canalizamos nuestras energías es imaginarnos un círculo de preocupaciones y dentro de ese círculo una zona de influencia. Por un lado existen cosas en las que tenemos cierto control y otras en las que no. La persona proactiva enfoca su tiempo y energías a su zona de influencia, en aspectos de su vida donde tiene un cierto control. La persona reactiva tiene como su foco principal la zona de preocupaciones, donde no tiene control, lo que le genera actitudes negativas acusando a los demás y a las cuestiones externas de todo lo que le sucede. El enfoque proactivo se orienta a resolver problemas dentro del círculo de influencia, tratando de que el tamaño de éste sea al menos igual al del círculo de preocupaciones.

Ser proactivo, significa que como seres humanos, somos responsables de nuestras propias vidas y que nuestra conducta es una función de nuestras decisiones. Tomar la iniciativa no significa ser insistente, molesto o agresivo, significa reconocer nuestra responsabilidad de hacer que las cosas sucedan; tomar la iniciativa es resolver los problemas que se nos presentan siempre y cuando tomemos las decisiones correctas y necesarias basándonos en nuestros valores para poder realizar nuestras tareas.

Las empresas, los grupos comunitarios, las organizaciones de todo tipo (incluso las familias) pueden ser proactivos. Pueden combinar la creatividad y los recursos de los individuos proactivos para crear una cultura proactiva dentro de la organización y alcanzar los propósitos compartidos de todos los individuos implicados.

El enfoque proactivo de un error consiste en reconocerlo instantáneamente, corregirlo y aprender de él. Algunos ejemplos ilustrativos sobre lo que constituye el hábito de la Proactividad son los siguientes:

  • Valore positivamente la proactividad porque su práctica cotidiana le significará también una mayor libertad personal.
  • Tome la iniciativa: reconozca su responsabilidad de hacer que las cosas sucedan y sea siempre una solución para los problemas y no un problema para usted mismo
  • Acepte nuevos retos que lo desafíen a cuestionar y romper su precaria seguridad para desarrollarse cada vez más.
  • Supere con decisión y valor las barreras internas y externas que le impiden actuar en forma proactiva.
  • Anticípese al futuro diseñando con creatividad y oportunidad acciones preventivas.
  • Actúe con suma responsabilidad en su trabajo como un camino inteligente para progresar.
  • Reafirme día tras día la responsabilidad que tiene sobre su propia vida y sobre sus propios actos.

A nivel personal experimento un terrible miedo hacia las arañas (Aracnofobia) y en general hacia los insectos parecidos a estás, tales como los cienpies. Analizando la situación he podido concluir que este miedo intenso se originó durante mi infancia y fue producto de lo que Stephen Covey llama: determinismo ambiental (alguien o algo de su ambiente es responsable de sus situación). Recuerdo que desde siempre he tenido contacto con este tipo de animales porque vivo en una casa campestre y desde siempre me han aterrado.

Yo si creo en las teorías del determinismo mencionadas por Covey y en el hecho de que estamos condicionados para responder de un modo particular a un estimulo concreto. En mi caso yo respondo ante la presencia de este tipo de animales con las reacciones típicas de los aracnofóbicos: no puedo controlar el pánico, que se caracteriza por sudoración, respiración rápida y taquicardia (reacciones que frecuentemente le parecen irracionales a otras personas, e incluso al propio afectado) pero que caracterizan este clase de miedos.

No me considero lo suficientemente preparada para vencer mi miedo hacia este tipo de animales, así que por experiencia propia no estoy de acuerdo con lo que afirma Stephen Covey acerca de que “Entre el estimulo y la respuesta, el ser humano tiene la libertad interior de elegir como sentirse”.

No estoy de acuerdo con esa teoría porque esta premisa no se cumple para todos los aspectos de nuestras vidas, considero que la "libertad interior de elegir" esta condicionada por nuestros miedos y por nuestra propia naturaleza: El comun denominador de las personas se sentirian atemorizadas si estuvieran en un inminente peligro de muerte y la mayoria de éstas no podrian ejercer su libertad interior para elegir "no sentir miedo". La mayoria necesitarían de algun tipo de ayuda profesional para estar preparados ante ese tipo de situaciones y así poder elegir "no sentir miedo" antes de morir.

Viktor E. Frankl es un caso extraordinario de la fortaleza mental y espiritual de un hombre capaz de elegir sus valores de actitud frente a las circunstancias de su propia vida. Todos podemos ejercer la "libertad interior de elegir" pero creo que solo somos capaces de hacerlo con fortaleza mental y espiritual ante algunas circunstancias de nuestras vidas y no ante todas.

Sea proactivo

Ensaye el principio de la proactividad en su matrimonio, en su familia, en su empleo. No aduzca como excusa, los defectos de otras personas. No aduzca sus propias debilidades. Cuando cometa un error, admítalo, corríjalo y aprenda de él. No culpe, ni acuse. Trabaje sobre las cosas que controla. Trabaje sobre usted, sobre el ser. Vea las debilidades de los otros con compasión y no acusadoramente. La cuestión no reside en lo que ellos hacen o deberían hacer sino en su propia respuesta a la situación y en lo que debe hacer usted. Si empieza a pensar que el problema está “allí afuera”, deténgase. Ese pensamiento es el problema.

Empiece con un fin en mente

El modo más efectivo para empezar con un fin en mente consiste en elaborar un enunciado de la misión, filosofía o credo personales.

Primero el éxito en casa.
Busca y merece la ayuda divina.
Nunca te comprometas con la deshonestidad.
Acuérdate de las otras personas implicadas.
Escucha a ambas partes, antes de juzgar
Pide consejo a otros.
Defiende a los que no están presentes.
Se sincero pero terminante.
Desarrolla una nueva habilidad cada año.
Planifica hoy el trabajo de mañana.
Lucha mientras esperas.
Mantén una actitud positiva
Conserva el sentido del humor
Se ordenado en tu persona y en el trabajo.
No temas a los errores: teme solo a la ausencia de respuesta creativa, constructiva y correctiva a esos errores.
Facilita el éxito a tus subordinados
Escucha el doble de lo que hables
Concentra todas tus habilidades y todos tus esfuerzos en la tarea que tienes entre manos, sin preocuparte por tu próximo empleo o tu próxima promoción.
--Rolfe Kerr--

Primero lo primero

No olvide que las personas verdaderamente efectivas le dedican una mayor atención y cantidad de tiempo a las actividades que no son urgentes ósea que no requieren atención inmediata, pero que si son importantes puesto que realizan aportaciones significativas a nuestra misión, valores y metas de alta prioridad, como por ejemplo: construir relaciones, redactar un enunciado de la misión personal, la planificación de largo alcance, la ejercitación física y todas esas cosas que sabemos que hay que hacer, pero que solemos eludir porque no son importantes.

Para priorizar las actividades que usted realiza a lo largo de su vida, tenga en cuenta la respuesta con la que contestaría la siguiente pregunta:

¿Qué puede hacer usted en su vida personal y profesional que, de hacerlo regularmente, representaría una tremenda diferencia positiva en su vida?

Piense en ganar/ganar

Vea la vida como un escenario cooperativo y no competitivo. No olvide que hay mucho para todos y que el éxito de una persona no se logra a expensas o excluyendo el éxito de los otros. No se trata de tu éxito o el mío, sino de un éxito mejor, de un camino superior.

Para establecer una relación sincera con las demás personas de nuestra familia, nuestro empleo, nuestros amigos, etc., debemos tener presente que se deben realizar depósitos en sus cuentas bancarias emocionales (metáfora de la confianza incorporada en una relación, son el sentimiento de seguridad que tenemos respecto de otros seres humanos).

Los seis depósitos principales con los que usted podrá constituir una cuenta bancaria emocional son:

  • Comprender a los individuos
  • Prestarle atención a las pequeñas cosas
  • Aclarar las expectativas
  • Demostrar integridad personal
  • Disculparse sinceramente cuando cometa errores que afecten a los demás

Procure primero comprender y después ser comprendido

Procure comprender primero. Antes que los problemas surjan, antes de pretender evaluar y prescribir, antes de tratar de exponer las propias ideas, procure comprender. Pase tiempo con sus amigos y con su familia: Escúchelos, compréndalos. Véalo todo a través de sus ojos: el hogar, la vida escolar, los desafíos y problemas con los que se enfrentan. El tiempo invertido en comprender profundamente a los seres queridos produce enormes dividendos en la comunicación abierta.

En la empresa, usted puede dedicarle tiempo a entrevistas personales con los empleados, Escucharlos, comprenderlos. Establecer sistemas de información para los gerentes, que brinden una retroalimentación honesta y precisa en todos los niveles: de los clientes, de los proveedores y de los empleados. Haga que el elemento humano sea tan importante como los factores económicos o técnicos.

Sinergice

Las personas verdaderamente efectivas tienen la humildad y el respeto necesarios para reconocer sus propias limitaciones perceptuales y apreciar los ricos recursos que pone a su disposición la interacción con los corazones y las mentes de otros seres humanos. Esas personas valoran las diferencias porque esas diferencias acrecientan su conocimiento y su comprensión de la realidad.

Podemos valorar las diferencias en otras personas. Cuando alguien disienta de nosotros, diremos: “Bien, usted lo ve de otro modo”. No es obligatorio que estemos de acuerdo con él, simplemente podemos afirmarlo y podemos procurar comprender.

La sinergia da resultados; es un principio correcto. Es la efectividad en una realidad interdependiente: es formación del equipo, es trabajo de equipo, desarrollo de la unidad y la creatividad con otros seres humanos.

Afile la sierra

Nosotros somos los instrumentos de nuestra propia ejecución y para ser efectivos debemos reconocer la importancia de dedicar tiempo regular y diariamente a afilar la sierra, a renovar las cuatro dimensiones de nuestra naturaleza:

  • Física: Debemos cuidar efectivamente nuestro cuerpo físico: comer el tipo correcto de alimentos, descansar lo suficiente y hacer ejercicio con regularidad
  • Espiritual: Tratemos de sentirnos renovados, fortalecidos y centrados diariamente. Para volver a comprometernos con nosotros mismos, podemos practicar actividades como la meditación, la oración, disfrutar del arte, de la música o de la naturaleza.
  • Mental: Podemos practicar formas de renovación mental como: La lectura ("La persona que no lee no es mejor que la persona analfabeta") y la escritura
  • Social/emocional: Una vida larga, sana y feliz es el resultado de realizar aportaciones, de tener proyectos significativos que sean personalmente estimulantes y que mejoren y hagan feliz la vida de los otros.

Los principios que propone Covey en su libro son aplicables tanto a las personas con las que trabajamos e interactuamos diariamente, como a las organizaciones en las que nos desempeñamos a nivel profesional como ingenieros de sistemas Las personas con hábitos de efectividad son las piedras angulares para formar organizaciones altamente efectivas.

Es por esta razón que el desarrollo de estos hábitos en el nivel personal constituye la base para la efectividad organizacional.Cualquier organización como por ejemplo el equipo de trabajo de un proyecto para realizar un sistema de información hasta la gran empresa desarrolladora de software, constituida por personas que practican los Siete Hábitos cobra las siguientes características:

  1. Selecciona proactivamente su rumbo estratégico.
  2. La misión de la organización está integrada en la mente y en los corazones de las personas que forman parte de la empresa.
  3. El personal está facultado para prevenir y/o corregir los problemas desde su origen.
  4. Las actividades y los comportamientos del tipo ganar/ganar están sustentados por sistemas alineados con la misión organizacional.
  5. Se cuenta con sistemas de información para mantenerse al tanto de las necesidades y los puntos de vista de empleados, clientes, proveedores, accionistas y la comunidad donde operan.
  6. Se propicia el intercambio de información y la cooperación entre los diferentes departamentos y/o unidades de la empresa.
  7. Se hacen inversiones para renovar la empresa en cuatro dimensiones fundamentales:
  • Dimensión física: se reinvierte en las personas, las instalaciones y la tecnología.
  • Dimensión espiritual: se reafirma constantemente el compromiso con los valores y principios que rigen la empresa. Se renueva la misión de ser necesario.
  • Dimensión intelectual: continuamente se invierte en capacitación y desarrollo personal y profesional.
  • Dimensión social: se hacen depósitos frecuentes en las cuentas del banco emocional de todos los protagonistas clave de la empresa: empleados, clientes, accionistas, proveedores, miembros de la comunidad, etc.

Estos características son sin duda alguna, los atributos necesarios para que las organizaciones humanas sean exitosas.

Aplicación de “los 7 hábitos de las personas altamente efectivas” en el desarrollo de sitios Web 2.0

Además como ejemplo de aplicabilidad a la ingeniería de sistemas, me parece muy interesante mencionar al experto en Web: Darren Guarnaccia que como vicepresidente de marketing de productos para la Gestión de Contenidos Web en la empresa de software Sitecore, trabaja ampliamente con las maneras de automatizar y optimizar los procesos de los sitios Web de clase mundial y se encargo de publicar sus teorías acerca de la aplicación de los conceptos del libro: “los 7 hábitos de las personas altamente efectivas” en el desarrollo de sitios Web 2.0.

Según él: en los sitios Web 2.0 hay tecnología disponible para que la experiencia de los usuarios sea rica y sensible en cuanto a la navegación de sitios y para que realmente pongamos a trabajar esta tecnología y la hagamos verdaderamente efectiva debemos hacer que ésta sea producto de escuchar al cliente, que cambie en base a las preferencias de éste y que pueda ser analizada para obtener una retroalimentación que beneficie tanto a los usuarios como a quienes diseñan sitios Web.Estos son algunos de los conceptos de Stephen Covey aplicados al desarrollo de Sitios Web 2.0. los cuales permiten que se logre involucrar fuertemente a los usuarios en el desarrollo de este tipo de sitios y que los desarrolladores e implementadores de soluciones logren la satisfacción real de las necesidades de sus usuarios y clientes.

Resumen de los 7 hábitos de Stephen Covey aplicados al desarrollo Web 2.0 según Darren Guamarccia:

Stephen Covey
Darren Guamarccia
Sea Proactivo
No olvide que el cliente está a cargo. Sea proactivo con el feedback del cliente y analice su navegación, sea proactivo con esta información.
Comience con el fin en la mente
Implemente los objetivos del sitio en construcción. Guíe a los usuarios a donde usted quiere que vayan. Enfóquese en lo que quieren lograr los clientes en el sitio Web.
Ponga Primero lo Primero
Equilibre las experiencias del usuario con sus metas. Priorice los componentes del sitio Web en base a las expectativas de sus usuarios Cree valores agregados para sus clientes Haga que sus clientes participen en la experiencia de construcción del sitio Web
Piense en Ganar/Ganar
Devuélvale a los visitantes de sus sitios, los valores que obtenga durante la construcción, pruebas y funcionamiento de éstos (por ejemplo, envíeles los resultados de las encuestas y ofrézcales información de expertos)
Busque primero comprender
Sea honesto y evalué lo que no está funcionando. Conozca las expectativas de sus clientes, descubra que es lo que realmente buscan; hágalo usted mismo: busque lo que quieren encontrar y haga que lo puedan encontrar.
Sinergice
Cree un dialogo fluido con sus clientes. (Del feedback del cliente, participe en los foros, interactué y genere nuevas y mejores soluciones para ellos). Haga que la comunidad de clientes trabaje para usted.
Afile la Sierra
Afile la sierra de su Sitio Web (Renueve las técnicas que funcionan, utilice pruebas y mecanismos de control para analizar la efectividad de mercadeo de su sitio)

Enlace relacionado: http://geeks.ms/blogs/ldusolier/Default.aspx?PageIndex=3

Si quieren saber más acerca de la Web 2.0 pueden visitar:
La Web 2.0: La revolución social de Internet

Panorama general de los siete habitos, por Stephen R. Covey

En los siguientes enlaces, usted puede descargar los videos de la presentación en la que Stephen R. Covey explica “Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas”: